¿Feminismo excluyente?



Hoy, a la manifestación feminista de Barcelona, hombres y mujeres al parecer no podrán asistir en condiciones de igualdad. Desconozco las razones por las que se ha habilitado una "zona no mixta", quizás sean solo de seguridad. Pero el efecto parece contradecir los fines.
Por supuesto, los hombres, y las mujeres que deseen compartir con ellos su reivindicación, contarán también con una "zona mixta" para asistir. Esta escisión física de los manifestantes refleja retos conceptuales todavía no resueltos: ¿se trata de una manifestación de mujeres contra hombres, o de todos contra la discriminación sexual? El hombre que hace huelga, ¿la está apoyando, o la está vaciando de contenido? O, si decide trabajar, ¿la está apoyando, o está haciendo de esquirol? ¿Y dónde ubicar a aquellas personas, hombres o mujeres, que ya transgreden el rol social que les reserva su biología sexual?
Tampoco yo tengo las respuestas. La huelga y la manifestación son, por supuesto, acciones de presión que admiten pocos matices de contenido. Pero precisamente por ellos basan su poder en la capacidad de sumar. 




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